Antes de El Exorcista, el terror era otra cosa. Más discreto, más sugerido, más “seguro”. Pero en 1973, una película cambió las reglas del miedo para siempre. Dirigida por William Friedkin y basada en la novela de William Peter Blatty, The Exorcist no sólo provocó gritos y desmayos en las salas: desató un fenómeno cultural, una ola de histeria colectiva y una nueva era para el cine de horror.
A medio siglo de su estreno, el mito sigue vivo… y los secretos detrás de su producción son tan inquietantes como la propia historia de Regan MacNeil.
Los datos más escalofriantes (y fascinantes) del clásico de 1973
1. Basada en un caso real
William Peter Blatty se inspiró en un exorcismo documentado en 1949 a un adolescente conocido como “Roland Doe” en Maryland. Aunque los nombres y muchos detalles se cambiaron, el caso fue investigado por la Iglesia y la prensa. Este hecho le dio a la película su inquietante tono de realidad.

2. El público… literalmente se desmayaba
Durante las primeras funciones, los cines reportaron casos de personas que vomitaban, se desmayaban o abandonaban las salas. En algunos lugares, se colocaron ambulancias afuera de los teatros. Los medios de la época llamaron al fenómeno “neurosis cinematográfica”.
3. Un rodaje “maldito”
Un incendio destruyó casi por completo el set… excepto la habitación de Regan.
Linda Blair y Ellen Burstyn sufrieron lesiones durante escenas violentas.
Friedkin enfrió el set hasta -20 °F (-29 °C) para que se viera el aliento de los actores.
El director reconoció haber usado técnicas extremas para obtener reacciones reales, incluso disparando fogueos detrás del elenco.

4. Sonidos infernales
Los gruñidos demoníacos de Regan se mezclaron con chillidos de cerdos y tigres, junto a la voz rasposa de la actriz Mercedes McCambridge, quien bebía whisky y fumaba sin parar para lograr ese tono inhumano.
5. Un asesino real en escena
El técnico que aparece en la escena de la angiografía, Paul Bateson, fue años después condenado por asesinato. Este hecho alimentó aún más la leyenda de que El Exorcista estaba rodeado por fuerzas oscuras.

6. Las escaleras del infierno
Las icónicas “Exorcist Steps” de Georgetown, en Washington D.C., se convirtieron en punto turístico. Para filmar la caída del Padre Karras, los 75 peldaños fueron recubiertos con gomaespuma.

7. Sonido y música: terror puro
El tema principal, “Tubular Bells” de Mike Oldfield, fue una elección casi accidental: Friedkin lo escuchó por casualidad y decidió usarlo. La mezcla de sonidos y silencios se convirtió en una marca indeleble del terror moderno.
8. Premios y récords
Con 10 nominaciones al Óscar y dos estatuillas ganadas (Guion Adaptado y Sonido), fue la primera película de terror nominada a Mejor Película.
Recaudó más de 400 millones de dólares y se mantiene como uno de los filmes más rentables de la historia ajustando la inflación.
9. El mito de la “maldición”
Muertes del elenco, accidentes y tragedias cercanas a los involucrados alimentaron la idea de que el rodaje estaba maldito. Un sacerdote fue invitado a bendecir el set… y al día siguiente ocurrió el incendio. Coincidencia o no, el aura de misterio nunca se ha disipado.
10. El legado del miedo
Más allá del pánico, El Exorcista redefinió lo que podía ser el cine de horror: realista, físico, psicológico y religioso al mismo tiempo. Su impacto puede verse en obras como El Conjuro, Hereditary o The Exorcism of Emily Rose.
El Exorcista no solo asustó a una generación: la marcó. Su combinación de realismo brutal, actuaciones intensas y una atmósfera cargada de misterio la convirtieron en un fenómeno cultural sin precedentes. Medio siglo después, sigue siendo la vara con la que se mide el miedo en el cine.


