Antes de que el profesor con látigo y sombrero se convirtiera en un ícono del cine, Indiana Jones fue solo una idea en la mente de George Lucas: un homenaje a los héroes pulp y a los seriales de aventuras de los años 30. Pero detrás de cada persecución en templos, reliquias malditas y escapes imposibles, existe otra historia igual de fascinante: la de cómo se crearon estas películas.
Desde guiones rechazados hasta rodajes en selvas reales, locaciones prohibidas, efectos visuales pioneros y accidentes que se convirtieron en leyenda, la saga de Indiana Jones está llena de curiosidades que mezclan ingenio, riesgo y pasión cinematográfica. A continuación, te revelamos los datos más sorprendentes —y muchos poco conocidos— sobre cómo se dio vida a una de las franquicias más queridas de todos los tiempos.
Raiders of the Lost Ark (1981)
- En su etapa de pre-producción, las grandes estudios rechazaron la idea porque el presupuesto (~ US$20 millones) era considerado alto para ese tipo de aventura y porque el acuerdo de George Lucas demandaba conservar derechos de licencia y secuelas.
- El rodaje comenzó el 23 de junio de 1980 en la costa suroeste de Francia, concretamente en La Rochelle, en un antiguo búnker de submarinos alemanes que fue usado como escenario para una base nazi ficticia.
- Steven Spielberg mantuvo secreto un cronograma de rodaje más corto (73 días) interno, aunque oficialmente el acuerdo era para 87 días, con el fin de mantenerse dentro del presupuesto y evitar excedentes.
Indiana Jones and the Temple of Doom (1984)
- Aunque la película está ambientada en la India, el equipo de producción fue vetado por el gobierno indio, que consideró el guion ofensivo. Como consecuencia, se trasladó la filmación principal a Kandy, Sri Lanka, y se recrearon los escenarios indios mediante maquetas y decorados.
- Para la famosa secuencia de vagones de mina (mine-car chase), la compañía de efectos Industrial Light & Magic (ILM) desarrolló una cámara-miniatura sobre riel que capturaba el movimiento dentro de la mina, con modificaciones especiales al cuerpo de la cámara Nikon.
- Durante el rodaje del “almuerzo de sesos de mono” – escena espeluznante para algunos –, se usaron unos 2 000 insectos reales en una escena de “invasión de insectos”, lo que provocó que miembros del equipo encontraran bichos en su ropa, cabello y zapatos.
Indiana Jones and the Last Crusade (1989)
- La película regresó a una tonalidad más ligera tras la crítica a Temple of Doom: se incluyó el personaje del padre de Indy (interpretado por Sean Connery) para aportar humor, humanidad y vínculo emocional.
- En la producción de sonido, se utilizó un efecto curioso: para grabar el estruendo del colapso de la montaña-templo, el sonidista grabó la destrucción de un aerogenerador de más de 300 pies de altura, y también un simple vaso de espuma de poliestireno (“styrofoam”) en un picnic, para luego manipular su frecuencia digitalmente.
- Parte del rodaje de exteriores tuvo lugar en múltiples países: España, Italia, Alemania Occidental, Jordania, Reino Unido y Estados Unidos, lo que muestra su escala internacional.
Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull (2008)
- La producción construyó un set de escalera de 85 pies (≈26 m) de altura para la escena de la caída/espiral en la “pirámide” de cristal; muchos de los actores realizaron sus propias acrobacias en esa escalinata gigantesca.
- El artefacto central (“crystal skull”) está inspirado en las auténticas calaveras de cristal de cuarzo que se encuentran en museos y colecciones privadas, las cuales muchos expertos consideran falsificaciones del siglo XIX.
- El equipo de fotografía utilizó avanzadas técnicas de iluminación: miles de proyectores 5K y 10K junto con miles de lámparas “Par cans” que pasaban sobre los vehículos en pantalla azul para simular que estaban en medio de la jungla moviéndose.
Detrás de cada reliquia, cada persecución y cada golpe de suerte, Indiana Jones representa algo más que una saga de aventuras: es el resultado de la creatividad desbordante de George Lucas, la visión cinematográfica de Steven Spielberg y el espíritu de un cine hecho con pasión, riesgo y alma artesanal.
A más de cuatro décadas de su primera aparición, Indy sigue inspirando a nuevas generaciones de espectadores y cineastas, recordándonos que la verdadera aventura no está en el tesoro que se busca, sino en el camino para encontrarlo. Su látigo, su sombrero y su sonrisa desafiante siguen siendo símbolos de una era dorada del cine… una era en la que la imaginación era el mapa, y el cine, el mayor de los descubrimientos.